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En uno de mi pasado Tenía un cofundador de una startup que tenía un objetivo bastante claro: quería ganar un millón de dólares por cada año que trabajara en esta startup y dejar un impacto positivo en el mundo.
Me impresionó la claridad de esta idea y comencé a preguntar a otros fundadores sobre sus objetivos personales. Resulta que un sorprendente número de fundadores de startups no están realmente seguros de por qué dirigen una empresa, y mucho menos de cuáles son sus objetivos personales.
En este mundo de métricas y objetivos, esto me sorprendió. No se trata sólo de un modelo de negocio coherente o un plan sólido para su producto o servicio. Como fundador, debes profundizar más; Debe tener una comprensión clara de sus objetivos para iniciar un negocio.
El atractivo del espíritu empresarial es innegable: ofrece la emoción de crear algo nuevo, la posibilidad de un inmenso éxito financiero, la posibilidad de revolucionar industrias o incluso el potencial de cambiar el mundo. Sin embargo, el camino está lleno de desafíos y estrés que a menudo hacen que la comodidad de un trabajo de nueve a cinco parezca increíblemente tentadora.
Entonces, ¿por qué dar el paso? ¿Por qué caminar por la cuerda floja de la vida de una startup? La respuesta probablemente tenga que ver con tus objetivos personales.
Si desea marcar una diferencia significativa en el mundo, su startup podría ser el vehículo que impulse ese cambio. El mundo está siendo testigo del poder transformador de nuevas empresas como Facebook, Tesla y Airbnb. Comenzaron como pequeñas iniciativas de fundadores que querían cambiar el status quo. Los objetivos personales de estos empresarios no se referían sólo a la rentabilidad; Para ellos era importante tener un impacto duradero.
Pero, ¿cómo se mide ese impacto?
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