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(noticias nanowerk) La falsificación de diversos documentos, billetes o billetes es un problema común que puede surgir en la vida cotidiana, incluso al comprar. Los investigadores de la Universidad Tecnológica de Kaunas (KTU), en Lituania, reconocieron la escala y la gravedad del problema y decidieron buscar formas de reducir aún más el riesgo de falsificación inventando un nuevo método para producir etiquetas de seguridad holográficas.
Los hologramas se utilizan desde hace algún tiempo como herramienta contra la falsificación. Ahora se pueden ver en envases de medicamentos, etiquetas de marcas e incluso juguetes. Los hologramas son mucho más difíciles de falsificar para los falsificadores que, por ejemplo, las marcas de agua de los billetes porque requieren micro y nanotecnologías complejas que no están disponibles en las plantas de impresión tradicionales.
La combinación de dos tecnologías ha dado lugar al reconocimiento internacional.
Para mejorar el nivel de lucha contra la falsificación holográfica y abordar este problema global, a investigadores lituanos del Instituto de Ciencia de Materiales KTU se les ocurrió la idea de combinar dos métodos tecnológicamente diferentes.
Uno de ellos es un holograma de matriz de puntos formado por pequeños puntos que refractan la luz. “Cada punto, que es apenas más pequeño que un cabello humano, registra una estructura periódica de líneas llamada rejilla de difracción.
Esto hace que la luz se reproduzca de forma visible para el ojo del espectador, similar a un CD o DVD», explica uno de los inventores, el Dr. Tomas Tamulevicius.
Dr. Viktoras Grigaliūnas, investigador del KTU que también contribuyó al desarrollo de la tecnología, añade que aunque este holograma de matriz de puntos es relativamente más rápido y más barato y se utiliza para exponer grandes áreas de holograma, no garantiza un nivel muy alto de protección.
Por esta razón, se exponen áreas más pequeñas del holograma mediante litografía por haz de electrones.
«Se trata de una tecnología más avanzada que permite la formación de estructuras de alta resolución y es prácticamente inaccesible para posibles falsificadores de hologramas», afirma Grigaliūnas, investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de KTU y jefe del Laboratorio de Investigación de Nano y Microlitografía.
La combinación de estas dos técnicas ha recibido reconocimiento internacional: la invención ha sido reconocida por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos y la Oficina de Patentes de Japón. Esto protege la propiedad intelectual creada por los científicos y les permite conceder licencias a empresas interesadas.
Además, las tecnologías de etiquetas holográficas desarrolladas por los investigadores del KTU ya se utilizan ampliamente para la verificación metrológica, en placas de matrícula, en el embalaje de diversos productos, así como en entradas de eventos y diplomas.
Advierte mantenerse alerta
«Es cierto que los hologramas se inventaron con un propósito completamente diferente: aumentar la resolución de la microscopía electrónica», afirma el profesor Tamulevičius.
Según el científico, el gran avance de los hologramas en la lucha contra las falsificaciones se produjo cuando se descubrió que el holograma original se podía copiar mecánicamente después de grabarlo, presionándolo contra otro material. Esto ha llevado a una expansión significativa en los volúmenes de producción de hologramas.
Las películas de ficción y sus hologramas de personas e incluso de ciudades enteras han dado lugar a percepciones e interpretaciones muy diferentes del término mismo. Los rápidos avances tecnológicos han hecho realidad algunas ideas ficticias y hoy en día se pueden ver hologramas incluso en salas de conciertos abarrotadas.
“Sin embargo, nuestra investigación se acerca más a los hologramas clásicos”, añade Tamulevičius. El científico menciona que la tecnología de hologramas se desarrolla en el Instituto de Ciencia de Materiales KTU desde hace más de 20 años. Durante este tiempo, los investigadores no sólo perfeccionaron sus actividades, obtuvieron una patente para su invento, sino que también fundaron la nueva empresa «Holtida», que ofrece a las empresas la oportunidad de comprar soluciones desarrolladas por científicos en sus laboratorios.
Al reforzar las medidas de protección, Tamulevičius pide a los consumidores que tengan en cuenta que los hologramas también pueden ser falsificados y, por tanto, pide a todos que comprueben las etiquetas holográficas de seguridad y permanezcan atentos.
“Los fabricantes de hologramas normalmente intentan hacer que los hologramas sean lo más brillantes posible; Las características visibles, como objetos claros y diferentes colores, no se iluminan al azar. En la imagen sólo se integran elementos específicos de la marca, con personajes de diferentes tamaños visibles. Si un observador ve un brillo aleatorio, probablemente se trate de un holograma muy simple o de una falsificación”, afirma.
En colaboración con colegas de la Facultad de Informática (IF) de KTU, los inventores han desarrollado otra innovación. Es una aplicación digital para dispositivos inteligentes llamada “HoloApp” que permite ver cómo se ve el holograma en la pantalla. Esto permite una mejor comprensión y experiencia de cómo debería verse un holograma y permite detectar si es falso.
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