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La fabricación es uno de los mayores desafíos que enfrentan los Estados Unidos y el mundo en la actualidad. Entre el deseo de traer de vuelta la fabricación a las costas de Estados Unidos y una grave escasez de mano de obra, la necesidad de automatización robótica ahora es más apremiante que nunca.
Sin embargo, a pesar de las claras ventajas de la automatización robótica sobre la fabricación tradicional, la adopción generalizada de la robótica todavía se ha visto obstaculizada por varios desafíos logísticos. Las pequeñas y medianas empresas, en particular, son las que más luchan con la adopción de la automatización robótica.
Ahora está surgiendo una nueva y poderosa tecnología, conocida como aplicaciones de robótica colaborativa, que tiene el potencial de permitir la automatización robótica para todas las empresas, grandes y pequeñas.
Sin embargo, las empresas más pequeñas enfrentan desafíos.
Grandes influencers con grandes problemas
Las pequeñas y medianas empresas representan hasta el 80% de toda la producción manufacturera en los EE. UU. A pesar de esta estadística, estos fabricantes han tenido la mayor dificultad para integrar la robótica industrial tradicional en sus instalaciones.
Uno de los mayores desafíos que impiden que las pequeñas y medianas empresas cambien a la robótica industrial convencional es la experiencia necesaria para operar estas máquinas. Tradicionalmente, la robótica industrial debe programarse para la aplicación específica que realizará en una fábrica, y para programar estos robots se debe tener un cierto nivel de conocimiento especializado de lenguajes de programación esotéricos y convenciones. Como resultado, la integración y el mantenimiento de la automatización robótica industrial requieren un esfuerzo de ingeniería significativo y experiencia adicional, lo que en última instancia hace que los proyectos sean más costosos.
Si bien esto puede no ser un problema para las empresas más grandes con los recursos y el capital necesarios, en una empresa más pequeña es un obstáculo serio.
Las empresas más pequeñas generalmente carecen de los conocimientos de programación necesarios para instalar y mantener la robótica industrial internamente y, en cambio, se ven obligadas a subcontratar el trabajo. Esto no solo hace que el proceso sea más costoso, sino que también hace que la pequeña empresa dependa de su socio de integración para recibir soporte continuo durante todo el ciclo de vida de la máquina. Si la empresa de fabricación alguna vez necesita hacer un cambio en su proceso de fabricación, por ejemplo, al presentar un nuevo producto, esa empresa necesita el apoyo de su socio de integración ahora. En última instancia, estos costos recurrentes y la falta de control sobre el equipo representan un desafío demasiado grande para que la robótica industrial sea factible para las pequeñas y medianas empresas.
Además, el espacio y la seguridad juntos presentan otro desafío.La robótica industrial tradicional tiende a ocupar un área grande, ya que requiere precauciones de seguridad como cercas y áreas restringidas para mantener a las personas alejadas de máquinas potencialmente peligrosas. En una fábrica más pequeña, las limitaciones de espacio pueden ser una barrera para integrar la robótica industrial en la empresa.
¿Qué es un robot colaborativo?
Una tecnología emergente que disfruta de una adopción generalizada se conoce como aplicación robótica colaborativa.
La robótica colaborativa se puede definir como una forma de automatización robótica diseñada para trabajar con humanos y alrededor de ellos de manera segura, fácil y efectiva. La robótica colaborativa difiere de la robótica industrial tradicional en dos aspectos clave: seguridad y facilidad de uso.
Una característica definitoria de la robótica colaborativa es el requisito de mecanismos de seguridad incorporados para que puedan trabajar codo a codo con los humanos, lo que no es el caso de un robot industrial normal. Para lograr este nivel de seguridad, los desarrolladores de robótica colaborativa deben considerar consideraciones como: B. quitar bordes afilados en las máquinas.
Además, muchos robots colaborativos son evaluados por organizaciones y asociaciones específicas que pueden certificar las máquinas según la norma de seguridad ISO. Luego, los diseñadores de robots colaborativos deben realizar una evaluación de riesgos para determinar la forma adecuada de interactuar con el robot. El resultado de todo este esfuerzo es que los clientes pueden sentirse seguros y cómodos sabiendo que sus robots colaborativos están diseñados para estar lo más seguros posible con los humanos.
La segunda gran diferencia entre la robótica colaborativa y la robótica industrial tradicional es que la robótica colaborativa es mucho más fácil de usar.
Una de las principales razones de esto es su facilidad de programación. En lugar de requerir un conocimiento especializado de convenciones y lenguajes de programación esotéricos, la robótica colaborativa ofrece formas simples e intuitivas de programarlos. Por ejemplo, algunos robots colaborativos ofrecen interfaces de programación de arrastrar y soltar, así como la capacidad de enseñar a un robot directamente tomándolo físicamente y mostrándole dónde moverse.
Habilite la automatización para todos
Si bien un robot industrial normal tiende a ser mucho más rápido, fuerte y robusto que un robot colaborativo, su aplicación se limita a las grandes empresas por las razones ya mencionadas. En cambio, la robótica colaborativa apunta a un punto óptimo en el mercado al hacer que la automatización robótica sea factible para las pequeñas y medianas empresas por primera vez en la historia.
Debido a las crecientes consideraciones de diseño, los robots colaborativos ofrecen la ventaja de que son particularmente seguros en el trabajo. Como corolario de esto, estas máquinas también suelen tener una huella mucho más pequeña que los robots industriales tradicionales, ya que no requieren protecciones ni barreras. Esto ahorra un espacio de piso significativo, lo que permite a los fabricantes más pequeños colocar estas máquinas en su espacio limitado de fábrica sin cambiar sus planos de planta.
Además, la robótica colaborativa es más fácil de programar y usar que sus contrapartes tradicionales.
Con interfaces de programación más simples e intuitivas, permiten que alguien con conocimientos técnicos relativamente limitados programe y mantenga la automatización robótica de la fábrica. Esto, a su vez, hace que la automatización sea una opción más asequible y viable para una empresa más pequeña que, de otro modo, tendría que subcontratar esta programación o contratar costosos expertos internos.
Finalmente, la robótica colaborativa es más asequible que la robótica industrial tradicional, lo que hace que la tecnología sea más viable para una empresa más pequeña con menos capital y recursos.
Una solución a un problema
Para lograr nuestro objetivo de reiniciar la fabricación y el crecimiento en los EE. UU., debemos habilitar la automatización en nuestro activo más importante: nuestros pequeños y medianos fabricantes.
La robótica colaborativa es la solución para que esto sea posible.
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