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Es demasiado pronto para predecir todas las implicaciones de la reciente fusión de blockchain de Ethereum, pero definitivamente aborda la crítica más común (y válida) de web3 con respecto al consumo excesivo de energía. Los críticos aún pueden encontrar una nueva razón para oponerse a ETH, pero espero que esta fusión conduzca a algo diferente: una oportunidad para que combinemos lo mejor de la Web 2.0 con lo más emocionante de la Web3.
Parece haber una brecha cada vez mayor en Silicon Valley, con la industria tradicional de la Web 2.0 y el floreciente ecosistema Web3 como antitéticos. Y en algún punto intermedio están las nuevas empresas emergentes.
Participo activamente en los tres grupos, y creo que la mayoría de estas controversias se derivan de charlas salvajes y exageraciones de capitalistas de riesgo y otros evangelistas que no son desarrolladores. Las promociones incesantes de las celebridades para las gotas de NFT, por ejemplo, han contribuido a la impresión de que web3 en su conjunto es un esquema Ponzi. De hecho, los NFT son solo una pequeña parte del ecosistema Web3 y, en mi opinión, ni siquiera son los más interesantes o potencialmente transformadores.
Si bien Web 2.0 y Web3 pueden parecer incompatibles, creo que es mejor ver tecnologías como blockchain y ETH como posibles soluciones de back-end para los desafíos de escalabilidad que enfrentan todas las empresas. Del mismo modo, los defensores de web3 deben reconocer que la madurez de la Web 2.0 la hace indispensable para muchos casos de uso básicos.
A pesar del gran potencial de web3, aún es mucho más fácil desarrollar una aplicación web 2.0 simplemente porque el ecosistema es maduro y disfruta de una comunidad de desarrolladores grande y próspera.
Veamos algunos ejemplos en los que cada lado tiene algo que aportar:
De web3: Una revolución emergente en código abierto
Para comprender lo que está sucediendo ahora en el desarrollo de Web3, debemos retroceder antes de la era Web 2.0.
Durante el auge de las puntocom, hubo mucha publicidad sobre el código abierto, Linux y puntos de acceso como Red Hat. Si bien muy pocos consumidores instalaron Linux como su sistema operativo, ese entusiasmo contribuyó a algo igual de importante. Detrás de escena, la gente pequeña notó que Linux se estaba convirtiendo rápidamente en el sistema operativo elegido para ejecutar los servidores back-end del 96,5% del millón de dominios web principales, sin mencionar el enorme mercado de Android.
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