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(Noticias de Nanowerk) ¿Dónde están estas flores y qué tan lejos están? Este es el quid de la «danza de meneo» realizada por las abejas melíferas para alertar a otros sobre la ubicación de las flores ricas en néctar.
Un nuevo estudio en Fronteras en robótica e IA («Bio-inspired Vision and Gesture-based Robot-Robot Interaction for Human-Cooperative Package Delivery») se inspiró en esta técnica para desarrollar una forma en que los robots se comuniquen. El primer robot traza una forma en el suelo, y la orientación de la forma y el tiempo que tarda en trazar le indica al segundo robot la dirección y la distancia de movimiento requerida. La técnica podría resultar invaluable en situaciones donde se requiere trabajo robótico pero las comunicaciones de red no son confiables, como en una zona de desastre o en el espacio profundo.
Las abejas melíferas sobresalen en la comunicación no verbal
Si alguna vez ha estado en un entorno ruidoso como el piso de una fábrica, es posible que haya notado que los humanos son expertos en comunicarse con gestos. Bueno, no somos los únicos. De hecho, las abejas melíferas llevan la comunicación no verbal a un nivel completamente nuevo.
Al mover el trasero mientras avanzan por la colmena, pueden informar a otras abejas melíferas sobre la ubicación de la comida. La dirección de esta «danza de meneo» les dice a otras abejas la dirección de la comida en relación con la colmena y el sol, y la duración de la danza les permite saber qué tan lejos está. Es una forma simple pero efectiva de transmitir coordenadas geográficas complejas.
Aplicación de la danza a los robots.
Este ingenioso método de comunicación inspiró a los investigadores detrás de este último estudio para aplicarlo al mundo de la robótica. La colaboración de robots permite que varios robots coordinen y completen tareas complejas. Por lo general, los robots se comunican a través de redes digitales, pero ¿qué sucede cuando no son confiables, p. B. durante una emergencia o en lugares remotos? ¿Y cómo pueden los humanos comunicarse con los robots en tal escenario?
Para abordar esto, los investigadores diseñaron un sistema de comunicación visual para robots con cámaras integradas y utilizaron algoritmos que les permiten interpretar lo que ven. Probaron el sistema en una tarea simple de mover un paquete en un almacén. El sistema permite que un ser humano se comunique con un «robot mensajero» que supervisa e instruye a un «robot de manipulación» que realiza la tarea.
Robot bailando en la práctica
En esta situación, el humano puede comunicarse con el robot mensajero a través de gestos, por ejemplo, una mano levantada con el puño cerrado. El robot puede reconocer el gesto con su cámara integrada y algoritmos de seguimiento de esqueletos. Una vez que el humano le ha mostrado al robot de mensajería dónde está el paquete, transmite esta información al robot de manipulación.
Se coloca frente al robot manipulador y traza una forma específica en el suelo. La orientación de la forma indica la dirección de viaje requerida, mientras que el tiempo que lleva rastrear indica la distancia. Este baile robótico enorgullecería a una abeja obrera, pero ¿funcionó?
Los investigadores lo probaron con una simulación por computadora y con robots y voluntarios reales. Los robots interpretaron correctamente los gestos el 90 % y el 93,3 % de las veces, respectivamente, lo que subraya el potencial de la tecnología.
“Esta técnica podría ser útil en lugares donde la cobertura de la red de comunicación es pobre e intermitente, como Tales como operaciones robóticas de búsqueda y rescate en áreas de desastre o caminantes espaciales robóticos”, dijo el profesor Abhra Roy Chowdhury del Instituto Indio de Ciencias. autor principal del estudio. «Este método se basa en la visión del robot a través de una cámara simple, lo que lo hace compatible y escalable con robots de diferentes tamaños y configuraciones», agregó Kaustubh Joshi de la Universidad de Maryland, primer autor del estudio.
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