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(noticias nanowerk) En un estudio reciente realizado por investigadores del INL en colaboración con la Universidad de Alcalá, Madrid, se encontró que las películas plásticas para invernaderos, generalmente hechas de polietileno (PE), liberan microplásticos al medio ambiente durante su uso, lo que tiene impactos significativos. sobre los ecosistemas.
Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que pueden crearse durante el desarrollo de productos comerciales o la degradación de plásticos más grandes y pueden tardar cientos o miles de años en descomponerse. Los microplásticos, definidos como partículas de plástico de menos de 5 milímetros, y los nanoplásticos, generalmente de menos de 1 micrómetro, se han identificado en diversos ecosistemas, incluidos cuerpos de agua, suelos e incluso alimentos y bebidas. Su capacidad para atravesar barreras biológicas e interactuar con organismos plantea importantes preocupaciones sobre sus impactos a largo plazo en la biodiversidad y la salud humana.
El estudio se llevó a cabo durante un período de seis meses en Almería, España, donde se llevan a cabo cultivos extensivos en invernaderos para comprender mejor las consecuencias de la degradación del plástico. La mayoría de las hortalizas cultivadas en estos invernaderos se siembran y cosechan en un plazo de seis meses, y se realizaron análisis del agua en múltiples momentos.
Investigadores del Grupo de Investigación en Calidad del Agua del INL y la Universidad de Alcalá utilizaron técnicas avanzadas de caracterización para evaluar la huella química, la distribución del tamaño y la concentración de las partículas de plástico liberadas al medio ambiente.
El trabajo publicado informó la presencia de nanoplásticos ingresando al agua. El equipo de investigación descubrió que tanto las películas de cobertura de invernaderos nuevas como las usadas liberaban micro y nanoplásticos, y el envejecimiento natural desempeñaba un papel importante en la liberación de nanopartículas. Curiosamente, los efectos de la fotodegradación se observaron principalmente en los microplásticos nuevos, lo que sugiere una influencia diferente del envejecimiento en la degradación del plástico.
El estudio destaca la urgente necesidad de abordar las consecuencias medioambientales del uso de plástico en la agricultura. Con más de 30.000 hectáreas de tierra cubiertas de invernaderos sólo en Almería, la necesidad de alternativas sostenibles a las películas de plástico nunca ha sido más importante. Los resultados, publicados en la revista científica internacional. Ciencia de todo el medio ambiente. (“Películas de cobertura de invernaderos nuevas versus envejecidas naturalmente: degradación y caracterización de micronanoplastos bajo radiación solar”) tiene como objetivo ayudar a reducir los riesgos ambientales y para la salud asociados con la degradación del plástico.
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