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(noticias nanowerk) Para la mayoría de los contaminantes, existen protocolos estándar para evaluar los riesgos para los ecosistemas. A pesar de las crecientes preocupaciones sobre los efectos nocivos de los micro y nanoplásticos (MNP), actualmente no existen directrices armonizadas para probar la ecotoxicidad de los MNP. Un equipo de investigación internacional del Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental (IGB) ha desarrollado protocolos para evaluar la toxicidad de estas sustancias en suelos y ecosistemas acuáticos.
Los estudios de ecotoxicidad generalmente se llevan a cabo de acuerdo con protocolos establecidos utilizando pruebas de exposición en las que los organismos se exponen a diversas sustancias en condiciones que imitan más fielmente las condiciones ambientales.
Deficiencias de los métodos de evaluación anteriores
Estudios anteriores sobre la ecotoxicidad de los micro y nanoplásticos utilizaron partículas esféricas disponibles comercialmente como modelos para las MNP, pero en la naturaleza las partículas plásticas se presentan en diferentes formas, tamaños y composiciones químicas. «Cada una de estas propiedades puede influir en su comportamiento dinámico y toxicología y deben tenerse en cuenta al realizar experimentos ecotoxicológicos para la evaluación de riesgos», afirmó Fazel A. Monikh, primer autor del estudio y actualmente científico del IGB en Neuglobsow.
Además, actualmente se utilizan protocolos diseñados para sustancias químicas que se disuelven o forman dispersiones estables para evaluar la ecotoxicidad de las MNP. Sin embargo, las partículas de plástico no se disuelven y además presentan un comportamiento dinámico en el líquido en el que flotan.
El protocolo de investigación tiene en cuenta las propiedades específicas de las MNP
en el diario Registros de la naturaleza (“Protocolo de exposición para pruebas de ecotoxicidad de microplásticos y nanoplásticos”), los investigadores describen protocolos de exposición para suelos y ecosistemas acuáticos que tienen en cuenta las propiedades específicas de las partículas de las MNP y su comportamiento dinámico en los sistemas de exposición. También presentan un método para producir artificialmente micro y nanopartículas más estandarizadas para experimentos. El protocolo fue desarrollado para pruebas de toxicidad de MNP en condiciones controladas (por ejemplo, en el laboratorio o en meso o macrocosmos) y no es adecuado para el monitoreo en condiciones de campo.
“El nuevo protocolo proporciona una base importante para que los investigadores en ecotoxicología comprendan las relaciones dosis-respuesta después de la exposición de organismos a MNP; sino también para que la industria desarrolle plásticos más seguros, realice pruebas de toxicidad en los plásticos y cumpla con los requisitos reglamentarios”, dijo Fazel A. Monikh al enumerar numerosas aplicaciones previstas.
Más pequeño no significa necesariamente menos tóxico
Los protocolos también tienen en cuenta las diferencias entre micro y nanoplásticos. Los nanoplásticos son similares en tamaño y forma a las proteínas grandes. Por lo tanto, se comportan de manera diferente a sus homólogos microplásticos y pueden penetrar en las células. Además, una mayor proporción de las moléculas de los nanoplásticos se adhiere a la superficie de las partículas, lo que puede provocar mayores interacciones con los componentes celulares. «Por tanto, es importante tener en cuenta las diferencias entre microplásticos y nanoplásticos a la hora de realizar pruebas de toxicidad con estas partículas», afirma Hans Peter Grossart, científico del IGB y coautor del estudio.
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