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La industria de los semiconductores, fundamental tanto para la seguridad nacional como para el avance tecnológico, ha sido el foco de los estímulos gubernamentales en los últimos años. Con la Ley CHIPS de 2022, Estados Unidos subrayó su compromiso de revitalizar este sector frente a la creciente competencia global.
Para fortalecer aún más la Ley CHIPS, la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU. (USPTO) ha anunciado una nueva iniciativa: el Programa Piloto de Tecnología de Semiconductores.
La USPTO acelera el proceso de revisión de patentes para innovaciones centradas en semiconductores. Imagen (modificada) cortesía de Timon vía Adobe Stock License
En este artículo, analizamos los detalles del nuevo programa y cómo complementa la Ley CHIPS.
El programa piloto de tecnología de semiconductores
El Programa Piloto de Tecnología de Semiconductores es una nueva iniciativa destinada a acelerar el proceso de revisión de solicitudes de patentes para innovaciones que mejoren la producción de dispositivos semiconductores, reduzcan los costos de fabricación y fortalezcan la cadena de suministro.
Según este programa, las solicitudes que se centran en procesos o dispositivos específicos para la fabricación de dispositivos semiconductores reciben un estado de revisión avanzada hasta que reciben una “acción inicial”: un aviso escrito de determinación para la solicitud de patente. Este procedimiento acelerado beneficia a los solicitantes, ya que acorta significativamente el tiempo de espera para una respuesta inicial a sus solicitudes de patente y protege su propiedad intelectual. El gobierno espera que esto impulse la investigación, el desarrollo y la innovación en la fabricación de semiconductores y cree incentivos para mayores inversiones.
Logotipo del Programa Piloto de Tecnología de Semiconductores. Imagen cortesía de la USPTO
Para ser elegible para este programa, los solicitantes deben presentar una petición oportuna utilizando un formulario específico, por el cual no se cobra ninguna tarifa. Los requisitos tecnológicos para las solicitudes admisibles son estrictos: deben contener al menos una reivindicación que cubra un proceso o aparato para producir un dispositivo semiconductor coherente con conceptos técnicos específicos dentro del Sistema Cooperativo de Clasificación de Patentes.
La petición debe confirmar la creencia del solicitante de que la invención tendrá un impacto positivo en la industria de fabricación de semiconductores.
Adición a la Ley de Chips
En 1990, Estados Unidos poseía el 40% del mercado mundial de fabricación de semiconductores. Hoy esa cifra ha caído al 12%. Al mismo tiempo, los semiconductores se han vuelto más poderosos e importantes en todos los aspectos de nuestra vida diaria.
En respuesta a estas tendencias, el gobierno aprobó la Ley CHIPS de 2022, que busca revitalizar la industria nacional de fabricación de semiconductores mediante una combinación de incentivos, subsidios y subvenciones. De la financiación total de unos 52.700 millones de dólares, unos 39.000 millones de dólares están destinados a la construcción de fábricas de semiconductores, incluidos 2.000 millones de dólares para semiconductores avanzados fundamentales para los sectores militar, automovilístico y manufacturero. El resto se asigna a esfuerzos tales como investigación y desarrollo y desarrollo de la fuerza laboral.
Inversiones bajo la Ley CHIPS. Imagen cortesía de McKinsey & Company
Sin embargo, este paso no se trata sólo de aumentar la capacidad de producción. Es igualmente importante garantizar la independencia del país en un área tecnológica crítica. Al limitar la dependencia de otros países, Estados Unidos pretende proteger sus avances tecnológicos y prevenir posibles riesgos de seguridad.
Más apoyo interno
La importancia del Programa Piloto de Tecnología de Semiconductores radica en su potencial para avanzar rápidamente en la innovación tecnológica en la fabricación de semiconductores. Complementa la Ley CHIPS al acelerar el proceso de patentes y promover así la innovación. En un momento en que la tecnología de semiconductores está adquiriendo cada vez más importancia, este esfuerzo estratégico podría mejorar la competitividad de Estados Unidos en esta área crítica.
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