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(noticias nanowerk) Hasta cierto punto, las estrellas muy luminosas pueden tener un efecto positivo en la formación de planetas, pero más allá de ese punto, la radiación que emiten puede provocar que la materia se desintegre en discos protoplanetarios. Los datos del Telescopio Espacial James Webb proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo esto afecta la formación de planetas en la Nebulosa de Orión.
Para descubrir cómo se forman sistemas planetarios como nuestro sistema solar, un equipo de investigación internacional, formado por científicos de la Universidad de Colonia, utilizó el telescopio espacial James Webb (JWST) para examinar un lugar de formación estelar, la Nebulosa de Orión. Al observar un disco protoplanetario llamado d203-506, descubrieron el papel clave de las estrellas masivas en la formación de sistemas planetarios de menos de un millón de años.
Los del Dr. Un estudio dirigido por Olivier Berné, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Toulouse, se publicó en Ciencia (“Un flujo de fotoevaporación impulsado por el ultravioleta lejano observado en un disco protoplanetario”).
Estas estrellas, que son unas diez veces más masivas y, lo que es más importante, 100.000 veces más luminosas que el Sol, exponen a los planetas que se forman cerca en tales sistemas a una radiación ultravioleta muy intensa. Dependiendo de la masa de la estrella en el centro del sistema planetario, esta radiación puede favorecer la formación de planetas o dificultarla dispersando su materia. En la Nebulosa de Orión, los científicos descubrieron que no se pudo formar un planeta similar a Júpiter en el sistema planetario d203-506 debido a la intensa radiación de estrellas masivas.
El equipo incluye una amplia gama de expertos en áreas como instrumentación, reducción de datos y modelado. Los datos del JWST se combinaron con los datos recopilados por el Atacama Large Millimeter Array (ALMA) para aislar las condiciones físicas del gas. La velocidad calculada a la que el disco pierde masa implica que todo el disco se está evaporando más rápido de lo que sería necesario para formar un planeta gigante.
«Es fantástico que muchas de las contribuciones del equipo a lo largo de los años, incluida la planificación de las observaciones y la interpretación de los datos, se hagan realidad en forma de estos resultados, que representan un avance significativo en la comprensión de la formación de los sistemas planetarios», afirmó. Dr . Yoko Okada del Instituto de Astrofísica de la Universidad de Colonia.
Los datos del JWST en la Nebulosa de Orión son muy extensos y mantienen a los científicos ocupados realizando diversos análisis detallados en las áreas de formación de estrellas y planetas y la evolución del medio interestelar.
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