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(noticias nanowerk) Investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) examinaron mediante modelos microtécnicos del suelo los efectos de diminutas partículas de poliestireno sobre bacterias y hongos. Si bien estos nanoplásticos redujeron el crecimiento tanto de bacterias como de hongos, los hongos en realidad lograron «limpiar» su entorno, debilitando los efectos de los plásticos.
Los resultados de la investigación fueron publicados en Ciencia de todo el medio ambiente. (“La exposición a nanoplásticos de poliestireno reduce la biomasa bacteriana y fúngica en modelos de suelo microfabricados”).
“Los residuos plásticos son un enorme problema global. Ya sea que se arrojen descuidadamente a la naturaleza, se filtren en vertederos o se desprendan de materiales como neumáticos de automóviles y ropa sintética, grandes cantidades de micro y nanoplásticos terminan en nuestro suelo”, dice Micaela Mafla Endara, investigadora de biología de la Universidad de Lund.
Se ha demostrado que los nanoplásticos causan toxicidad en varios organismos. Sin embargo, se sabe muy poco sobre cómo este nuevo contaminante afecta a los ecosistemas del suelo. Para estudiar estas nanopartículas de poliestireno, los investigadores utilizaron chips de microfluidos, un sistema de crecimiento que les permitió observar las interacciones de las células individuales con los plásticos bajo el microscopio.
“En la concentración más alta de nanoplásticos, los hongos capturaron la mayoría de los pequeños plásticos en su entorno, lo que llamamos el “efecto aspiradora”. En general, descubrimos que los nanoplásticos pueden tener un efecto negativo directo sobre los microbios del suelo. Esto pone de relieve la necesidad de realizar más estudios que puedan explicar cómo la respuesta al estrés microbiano podría afectar las funciones del suelo”, afirma Micaela Mafla Endara.
Las partículas de nanoplástico se adhirieron a la superficie de las ramas del hongo de tal manera que el ambiente estaba casi libre de nanoplásticos. En altas concentraciones, el hongo limpió su entorno y luego pudo crecer mejor nuevamente. Aunque los resultados del estudio se confirmaron para muchas enfermedades, los investigadores advierten que puede depender de la especie.
“Esto sirve como recordatorio para reducir nuestros desechos plásticos y la contaminación del suelo. Encontrar hongos que puedan recolectar específicamente nanoplásticos de la solución del suelo podría ayudar a otros organismos a tolerar mejor la contaminación y potencialmente atraer bacterias que pueden descomponer los plásticos. La “aspiradora” parecida a un hongo no es una solución sencilla al problema, pero puede dar alguna esperanza para el futuro”, concluye Edith Hammer, investigadora de biología de la Universidad de Lund.
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